Hoy al llegar agotado del trabajo me encuentro con la dulce mirada de mi hijo que me reclama por no haber ido a su reunión del colegio y me comenta que por eso ahora yo tengo que hacer un deber. Me entrega una hoja donde piden que sus papas le cuenten y escriban como se conocieron y cual era la situacion de la familia cuando el nacio.
Primer problema, con su mama la relacion es tan buena que ahora mismo estamos en un juicio por los horarios de visitas, así que el hacer el deber juntos queda desechado.
De ahí en verdad me esforcé por que ese pequeño ser del cual soy responsable, no tenga que pagar con su inosencia por los pecados de sus padres. Así, pensando cada palabra y con mucha imaginación logro escribir una historia que crea algún tipo de memoria, ficticia pero feliz... No siempre se puede decir la verdad y estoy seguro que cualquier ser superior, me sabrá perdonar.
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